Los riñones tienen un papel importante en el control de la ácidosis al responder con un incremento en la excreción de H+. Cuando el H+ se excreta como un ácido titulable como el H2PO4– o cuando los aniones de ácidos fuertes como el acetoacetato se excretan existe un requerimiento para la secreción simultanea de cationes para mantener la neutralidad eléctrica. El principal catión que se excreta es el Na+. Mientras el nivel de Na+ excretable se disminuye la excreción de K+ se incrementa. En condiciones de ácidosis los riñones incrementaran la producción de NH3 a partir de los aminoácidos tubulares o de aminoácidos absorbidos del plasma. Como se indico el NH3 puede difundirse a través de las membranas de las células tubulares en donde reaccionara con el H+ para formar el radical amonio que se puede excretar sin el requerimiento concomitante de la excreción de cationes. Esto demuestra que la inhabilidad de los riñones de generar NH3 rápidamente conduciría a una ácidosis fatal.
Cuando los riñones fallan en el control de la excreción de HCO3– , se desarrolla alcalosis metabólica. La alcalosis es normalmente controlada muy efectivamente por los riñones permitiendo que el HCO3– escape libremente. En general la alcalosis solamente se hace problemática si los riñones son restringidos en su habilidad de secretar HCO3–. Esta situación puede ocurrir en pacientes que toman diuréticos debido a que varios tipos de estos fármacos causan una disminución en la habilidad de los riñones para reabsorber un anión (e.g. Cl–) concomitantemente con la reabsorción de Na+.
Mantener el equilibrio iónico (concentración de iones en el medio interno) y, por consiguiente, la presión osmática. En otras palabras realiza la osmorregulación.
Mantener el equilibrio ácido-base, mediante la regulación de la concentración de iones hidrógenos (H+) en el plasma sanguíneo.
Estas funciones permiten regular el medio interno, lográndose, el mantenimiento de la composición del líquido intersticial y de la sangre.
Cuando los riñones fallan en el control de la excreción de HCO3– , se desarrolla alcalosis metabólica. La alcalosis es normalmente controlada muy efectivamente por los riñones permitiendo que el HCO3– escape libremente. En general la alcalosis solamente se hace problemática si los riñones son restringidos en su habilidad de secretar HCO3–. Esta situación puede ocurrir en pacientes que toman diuréticos debido a que varios tipos de estos fármacos causan una disminución en la habilidad de los riñones para reabsorber un anión (e.g. Cl–) concomitantemente con la reabsorción de Na+.
Mantener el equilibrio iónico (concentración de iones en el medio interno) y, por consiguiente, la presión osmática. En otras palabras realiza la osmorregulación.
Mantener el equilibrio ácido-base, mediante la regulación de la concentración de iones hidrógenos (H+) en el plasma sanguíneo.
Estas funciones permiten regular el medio interno, lográndose, el mantenimiento de la composición del líquido intersticial y de la sangre.
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