La regulación del balance ácido-básico se realiza en los riñones principalmente por medio del control sobre la reabsorción del HCO3– y de la secreción del H+. La secreción de H+, en exceso de su capacidad para reaccionar con el HCO3– en el fluido tubular, requiere la presencia de otros amortiguadores (ver mas abajo). La generación de HCO3– e H+ se da por la disociación del ácido carbónico (H2CO3), que se forma en las células tubulares a partir del H2O y del CO2, por acción de la anhidraza carbónica. La secreción de H+ en el lumen tubular esta acompañada de un intercambio por Na+. Esta reabsorción de Na+ ocurre por un mecanismo antipuerto durante el intercambio por H+. La disminución en la concentración intracelular de Na+ ocurre por un proceso de transporte activo que involucra a la bomba Na+/K+–ATPasa que bombea el exceso de Na+3– intracelular entonces se difunde desde la célula tubular hacia el fluido intersticial. hacia el fluido intersticial. El HCO
La capacidad del riñón de secretar H+ se regula por la máxima capacidad del gradiente de H++ se alcanzaría rápidamente si no fuera por la presencia de amortiguadores dentro del fluido intersticial. Los H+ secretados dentro del lumen tubular pueden tomar tres destinos diferentes dependiendo de la concentración de los tres amortiguadores principales en el fluido intersticial. Estos amortiguadores son HCO3–, HPO42– y NH3. La reacción del H+ con el HCO3– forma H2O y CO2 que se difunde de regreso a la célula tubular. El resultado neto de este proceso es la generación de HCO3– en la célula tubular. A este proceso se lo llama reabsorción de bicarbonato de sodio. La reabsorción del bicarbonato de sodio tiene lugar principalmente dentro el túbulo contorneado proximal. que se forma entre el túbulo y el lumen y que aun permita que operen los mecanismos de transporte. Este gradiente esta determinado por el pH de la orina que en humanos esta cerca de 4,5. La capacidad de secretar H.
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